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Económicos



Fecha: 12/2022

Las expectativas no mejoran en el último tramo de 2022 - Resumen Semanal

La economía llega débil a fin de año

La actividad económica creció un 1,7% en el tercer trimestre del año, en términos desestacionalizados, aunque comienza a presentar signos de debilitamiento que permiten proyectar una desaceleración de cara a fin de año.

A nivel sectorial, pese a las extraordinarias condiciones internacionales que impulsaron las exportaciones del complejo agroindustrial a niveles récord, la actividad agropecuaria tuvo una retracción del 0,8% durante el tercer trimestre del año.

En ese sentido, septiembre ya exhibió una leve baja del nivel de actividad en términos desestacionalizados, que podría profundizarse con el dato de octubre por la caída significativa en la actividad de la construcción y la industria.

La economía podría verse más perjudicada en los próximos meses por la escasez de insumos debido a las restricciones sobre el acceso de divisas para las importaciones, la caída en el salario real y los mayores niveles de incertidumbre.


Una desaceleración, aún en niveles máximos

De acuerdo a INDEC, la inflación de noviembre finalmente cerró en 4,9% mensual, un dato menor al esperado por el mercado que proyectaba alrededor de 6%. De todos modos, la aceleración de los precios trepó un nuevo escalón y llegó a una cifra del 92,4% interanual, el más elevado en más de 30 años.

De cara a fin de año, se espera una nueva aceleración inflacionaria por cuestiones estacionales, sumado al impacto de algunos aumentos de precios regulados. Las expectativas para la suba de precios con las que cerrará el 2022 se ubican aún en niveles cercanos al 100%, mientras que los analistas sostienen un alza del 96% y de 69,6% interanual para 2023 y 2024 respectivamente.

Así, de no cambiar el rumbo la política económica del gobierno, tanto 2022 como 2023 se perfilan como los años que tendrán la mayor inflación acumulada desde la última hiperinflación ocurrida en el país.


La inflación en los Estados Unidos cayó a su nivel más bajo en un año

El Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos marcó en noviembre un alza de apenas una décima en términos mensuales y del 7,1% interanual. Al igual que lo ocurrido en octubre, una vez más se produce una sorpresa en la que tanto la inflación general como la núcleo registran avances menores a los esperados por el consenso de mercado.

El informe gubernamental mostró que los precios de la energía y los bienes han comenzado a ralentizarse este año, tras contribuir con la suba anual de la inflación hacia el 9,1% de julio. Pese a esto, los costos relacionados con los servicios han aumentado a un ritmo muy elevado, traccionados en parte por una aceleración del incremento salarial como resultado de la solidez del mercado laboral.


La Reserva Federal de los Estados Unidos continúa su política contractiva

En busca de frenar el avance de la inflación, y tal como lo descontaban las expectativas, la Reserva Federal de los Estados Unidos dispuso elevar sus tasas de interés de referencia en medio punto porcentual hacia el rango de 4,25% - 4,50% anual, tal como esperaban los analistas.

Se trata de la séptima suba consecutiva desde marzo, y aunque es más leve que las cuatro últimas alzas, las tasas ya se encuentran en niveles máximos desde 2007. Los aumentos persistentes en las tasas apuntan a encarecer el crédito para consumo e inversión, y así enfriar la economía y reducir la presión sobre los precios.

En ese sentido, las probabilidades asignadas por el mercado a que las tasas suban 0,25 puntos porcentuales luego del próximo Comité de Mercado Abierto de la FED (FOMC) del año que viene superan el 70%.