
Es de
generalizado conocimiento que los tiempos que nos acompañan han forzado a
nuestras compañías y estudios jurídicos a tomar cartas en el asunto respecto a
la modernización de procesos y su adaptación al entorno digital que nos
acompaña, vamos a adentrarnos en esta transformación tomando como base las
reformas digitales en torno al letrado, estudios jurídicos y aéreas especificas
dentro de empresas.
Actualmente,
la consultora EY (Ernst
& Young Global Limited) comprometida y especializada en la
investigación de campo y gestión de las organizaciones, realizo un estudio
denominado “Reimagining the legal function report 2019”, en donde sobre la base
de un sondeo a más de 1.000 expertos jurídicos de empresas de 25 países,
muestra la presión que atraviesan actualmente las funciones legales de las
empresas y cómo están impulsando un cambio en los modelos operativos, de la
mano de las innovaciones tecnológicas, los antiguos plexos normativos y las practicas
clásicas del letrado a pluma y papel.
Entre sus
principales conclusiones, el 87% de los directivos del área legal consultados
aseguran que este departamento ha vivido un aumento grande o moderado de la
demanda de información en los últimos cinco años, sus principales referencias
han sido respecto a protección de datos, digitalización de procesos, consultas
online, litigios internacionales, vínculo laboral remoto y globalismo. Sin
embargo, el 82% de los directivos consultados afirman que prevén reducir los
costes en esta área en los próximos dos años, ponderando la alternativa de
optimización del recurso humano legal bajo otra profesión que no sea
específicamente del letrado o recurriendo a las modalidades de trabajo remoto
“Home office”, la mayoría de los encuestados coinciden que el derecho comercial
se impondrá como rama madre del derecho obligando a múltiples firmas tomar
alguna de las formas típicas de las sociedades y modernizar la clásica imagen
hacia una compañía de servicios legales, la cual no tendrá sustento en los
tradicionales labores de conflicto entre partes sino más bien una oferta
general e integral de servicios de seguridad jurídica y asesoramiento.
A razón de lo
anteriormente expuesto, considero que se ha tornado necesario repensar las
estructuras corporativas y societarias tal cual las conocemos, la Ley 19.550
con vigencia desde el año 1984 con modificaciones sucedidas en el año 2014 se
han teñido de un tono rustico y un tanto arcaico que cuesta adaptar las nuevas
corporaciones un tanto más agiles simples y digitalizadas, sumado a nuevas
regulaciones administrativas y formas societarias para ciertos tipos de
negocios “Start-up”; la abogacía es el ejercicio del derecho acorde a una
realidad jurídica que se adapta a las costumbres de una sociedad. Actualmente, los
profesionales del derecho estamos enfrentando cambios drásticos devenidos del
avance de la tecnología e influencia del derecho comparado y la globalización;
vamos de ley general a ley particular, virando, interpretando y descifrando la
norma a la cual atender a nuestro cliente, circunstancia que muchas veces no
han satisfecho la demanda y han recaído en constantes errores que suelen
suplirse con la práctica y la costumbre.
Volviendo a la
prerrogativa que nos interesa, dentro de la innovación del derecho comercial,
encontramos la “gestión de proyectos online”, la cual se ha erigido como una de
las principales ayudas para la transformación digital de una empresa, junto a
esta premisa, han acompañado diversas instituciones y organismos públicos a fin
de agilizar procedimientos y tramites. Según destaca la consultora EY, el “enfoque en la eficiencia de
costes de la última década no ha sido suficiente para asegurar la supervivencia
de las organizaciones y firmas legales”, por lo que es urgente apostar por la
innovación y el crecimiento.
Devenida esta
circunstancia se desprende que el cambio lleva consigo una etapa de transición
que no debe eludirse y depende en última instancia, de la preparación de sus
profesionales, del grado en que sean proclives al cambio y de la aptitud de los
agentes que lleven adelante el proceso. Cuando se habla de cambio, la atención
se fija en el resultado que producirá el mismo, la transición es diferente, el
punto de partida no es el resultado sino mas bien los pasos que deben darse
para dejar atrás una situación y modificar un status de forma permanente.
Esta cuarta
revolución industrial ha provocado que el modelo de negocio o empresa tradicional
esté bajo constantes desafíos frente a la aparición de influencias de
transformación digital, en el ámbito legal ya encontramos nuevas temáticas que
nos aproximan a esta inevitable revolución, Fintech, Big Data Analysis,
Cryptocurrency, Crowdfunding, Compliance & Ethics, Protección de datos,
internet, Copyright, entre otras que empiezan a alarmar atenta la demanda del
cliente.
Tal como
indica la consultora EY, “el 87% de clientes busca una experiencia más fluida,
lo que implica que la gestión y coordinación de los proyectos y/o litigios
también se transforme y gire en torno a los requerimientos a través de
metodologías ágiles”, en Córdoba ya contamos con dos innovaciones informáticas
de relevancia, por un lado Inspección de Persona Jurídica con una tramitación
100% digital y por otro lado el “expediente electrónico” en la justicia
ordinaria, capaz de llevar adelante un proceso litigioso de manera plenamente
digital, aun con sus defectos y criticas no deja de ser un avance para dejar
atrás la antigua práctica legal para mudar la profesión en una nueva arista de
la informática.
Hace unos
años, digitalización estaba en la relación con el cliente, sin embargo ahora
está más centrada en los procesos internos del negocio y el litigio, que a su
vez implican la demanda del mismo y la necesidad de ponernos al día. Esta
cuarta revolución industrial ha provocado que el modelo de negocio tradicional
esté bajo constantes desafíos frente a la aparición de muchas fuerzas
disruptivas de la transformación digital, teniendo como principales estímulos y
retos:
- Rápido crecimiento del mercado legal
- Costes cada vez más difíciles de controlar
- La demanda del cliente, impredecible
- Los temas de estudio y análisis, mas lejos del
viejo Código Civil
- Los litigios y tramitaciones, cada vez menos
personales
- Las distancias entre el letrado y el cliente,
más digitales
Dentro del
enfoque de los proyectos de transformación digital, especialistas coinciden que
un factor clave es contar con una oficina
de transformación que pasa a ser un área de gestión enfocada al
cumplimiento de tiempos, alcances y costes. Ahora, la implementación de la
transformación digital en los proyectos y modernización del área de legales se
basa en la experiencia continua. Según mi investigación y la de varios
analistas, existen tres formas en las que una Oficina de Transformación ayuda
en el proceso de innovación digital de la empresa:
- Enfoque basado en resultados alineado con las
necesidades del negocio.
- Estratégico, ágil y proactivo
- Colaborativo y dinámico, ajustándose según la
necesidad del cliente.
La tendencia
está en combinar métodos ágiles orientados a estos cambios, evaluar la función
del letrado dentro de una compañía y en relación a un cliente en particular,
desde la transformación interna hasta la vinculación con el área del derecho de
demanda.
Así es como cada vez que precisamos de datos extraídos de estas herramientas online, encontramos el equilibrio entre el sistema de optimización tradicional y la revolución en la gestión de proyectos basada en metodología ágil.