Córdoba, Argentina.

Instituto de Investigaciones Jurídicas Empresariales

21/04/2020
Los nuevos estudios jurídicos digitales

Evangelina Rodriguez Machado

Es de generalizado conocimiento que los tiempos que nos acompañan han forzado a nuestras compañías y estudios jurídicos a tomar cartas en el asunto respecto a la modernización de procesos y su adaptación al entorno digital que nos acompaña, vamos a adentrarnos en esta transformación tomando como base las reformas digitales en torno al letrado, estudios jurídicos y aéreas especificas dentro de empresas.

Actualmente, la consultora EY (Ernst & Young Global Limited) comprometida y especializada en la investigación de campo y gestión de las organizaciones, realizo un estudio denominado “Reimagining the legal function report 2019”, en donde sobre la base de un sondeo a más de 1.000 expertos jurídicos de empresas de 25 países, muestra la presión que atraviesan actualmente las funciones legales de las empresas y cómo están impulsando un cambio en los modelos operativos, de la mano de las innovaciones tecnológicas, los antiguos plexos normativos y las practicas clásicas del letrado a pluma y papel.

Entre sus principales conclusiones, el 87% de los directivos del área legal consultados aseguran que este departamento ha vivido un aumento grande o moderado de la demanda de información en los últimos cinco años, sus principales referencias han sido respecto a protección de datos, digitalización de procesos, consultas online, litigios internacionales, vínculo laboral remoto y globalismo. Sin embargo, el 82% de los directivos consultados afirman que prevén reducir los costes en esta área en los próximos dos años, ponderando la alternativa de optimización del recurso humano legal bajo otra profesión que no sea específicamente del letrado o recurriendo a las modalidades de trabajo remoto “Home office”, la mayoría de los encuestados coinciden que el derecho comercial se impondrá como rama madre del derecho obligando a múltiples firmas tomar alguna de las formas típicas de las sociedades y modernizar la clásica imagen hacia una compañía de servicios legales, la cual no tendrá sustento en los tradicionales labores de conflicto entre partes sino más bien una oferta general e integral de servicios de seguridad jurídica y asesoramiento.

A razón de lo anteriormente expuesto, considero que se ha tornado necesario repensar las estructuras corporativas y societarias tal cual las conocemos, la Ley 19.550 con vigencia desde el año 1984 con modificaciones sucedidas en el año 2014 se han teñido de un tono rustico y un tanto arcaico que cuesta adaptar las nuevas corporaciones un tanto más agiles simples y digitalizadas, sumado a nuevas regulaciones administrativas y formas societarias para ciertos tipos de negocios “Start-up”; la abogacía es el ejercicio del derecho acorde a una realidad jurídica que se adapta a las costumbres de una sociedad. Actualmente, los profesionales del derecho estamos enfrentando cambios drásticos devenidos del avance de la tecnología e influencia del derecho comparado y la globalización; vamos de ley general a ley particular, virando, interpretando y descifrando la norma a la cual atender a nuestro cliente, circunstancia que muchas veces no han satisfecho la demanda y han recaído en constantes errores que suelen suplirse con la práctica y la costumbre.

Volviendo a la prerrogativa que nos interesa, dentro de la innovación del derecho comercial, encontramos la “gestión de proyectos online”, la cual se ha erigido como una de las principales ayudas para la transformación digital de una empresa, junto a esta premisa, han acompañado diversas instituciones y organismos públicos a fin de agilizar procedimientos y tramites. Según destaca la consultora EY, el “enfoque en la eficiencia de costes de la última década no ha sido suficiente para asegurar la supervivencia de las organizaciones y firmas legales”, por lo que es urgente apostar por la innovación y el crecimiento.

Devenida esta circunstancia se desprende que el cambio lleva consigo una etapa de transición que no debe eludirse y depende en última instancia, de la preparación de sus profesionales, del grado en que sean proclives al cambio y de la aptitud de los agentes que lleven adelante el proceso. Cuando se habla de cambio, la atención se fija en el resultado que producirá el mismo, la transición es diferente, el punto de partida no es el resultado sino mas bien los pasos que deben darse para dejar atrás una situación y modificar un status de forma permanente.

Esta cuarta revolución industrial ha provocado que el modelo de negocio o empresa tradicional esté bajo constantes desafíos frente a la aparición de influencias de transformación digital, en el ámbito legal ya encontramos nuevas temáticas que nos aproximan a esta inevitable revolución, Fintech, Big Data Analysis, Cryptocurrency, Crowdfunding, Compliance & Ethics, Protección de datos, internet, Copyright, entre otras que empiezan a alarmar atenta la demanda del cliente.

Tal como indica la consultora EY, “el 87% de clientes busca una experiencia más fluida, lo que implica que la gestión y coordinación de los proyectos y/o litigios también se transforme y gire en torno a los requerimientos a través de metodologías ágiles”, en Córdoba ya contamos con dos innovaciones informáticas de relevancia, por un lado Inspección de Persona Jurídica con una tramitación 100% digital y por otro lado el “expediente electrónico” en la justicia ordinaria, capaz de llevar adelante un proceso litigioso de manera plenamente digital, aun con sus defectos y criticas no deja de ser un avance para dejar atrás la antigua práctica legal para mudar la profesión en una nueva arista de la informática.

Hace unos años, digitalización estaba en la relación con el cliente, sin embargo ahora está más centrada en los procesos internos del negocio y el litigio, que a su vez implican la demanda del mismo y la necesidad de ponernos al día. Esta cuarta revolución industrial ha provocado que el modelo de negocio tradicional esté bajo constantes desafíos frente a la aparición de muchas fuerzas disruptivas de la transformación digital, teniendo como principales estímulos y retos:

      -  Rápido crecimiento del mercado legal

      -      Costes cada vez más difíciles de controlar

      -      La demanda del cliente, impredecible

      -     Los temas de estudio y análisis, mas lejos del viejo Código Civil

      -    Los litigios y tramitaciones, cada vez menos personales

      -    Las distancias entre el letrado y el cliente, más digitales

Dentro del enfoque de los proyectos de transformación digital, especialistas coinciden que un factor clave es contar con una oficina de transformación que pasa a ser un área de gestión enfocada al cumplimiento de tiempos, alcances y costes. Ahora, la implementación de la transformación digital en los proyectos y modernización del área de legales se basa en la experiencia continua. Según mi investigación y la de varios analistas, existen tres formas en las que una Oficina de Transformación ayuda en el proceso de innovación digital de la empresa:

      -    Enfoque basado en resultados alineado con las necesidades del negocio.

      -    Estratégico, ágil y proactivo

      -   Colaborativo y dinámico, ajustándose según la necesidad del cliente.

La tendencia está en combinar métodos ágiles orientados a estos cambios, evaluar la función del letrado dentro de una compañía y en relación a un cliente en particular, desde la transformación interna hasta la vinculación con el área del derecho de demanda.

Así es como cada vez que precisamos de datos extraídos de estas herramientas online, encontramos el equilibrio entre el sistema de optimización tradicional y la revolución en la gestión de proyectos basada en metodología ágil.



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